Cómo calmar a un niño autista

Autor: Christy White
Fecha De Creación: 6 Mayo 2021
Fecha De Actualización: 13 Mayo 2024
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Cómo calmar a un niño autista - Consejos
Cómo calmar a un niño autista - Consejos

Contenido

Los niños autistas a menudo se estimulan en exceso con cosas como toques, sonidos y luces. También pueden sentirse asombrados y frustrados por eventos inesperados, como cambios en la rutina. Dado que las personas con autismo pueden tener dificultades para comprender o comunicar sus experiencias, pueden terminar teniendo "rabietas" que involucran ataques de emociones. Durante estos ataques, pueden gritar, luchar, destruir las propiedades de otras personas o incluso reaccionar violentamente. Los niños autistas suelen estar agitados, por lo que es importante que sus padres sepan cómo calmarlos. Cada joven es único; por lo tanto, utilice varias técnicas para averiguar cuáles son las más efectivas para su hijo.

Pasos

Método 1 de 3: Evitar y lidiar con ataques emocionales


  1. Descubra qué provocó el acceso. Conocer la causa del problema puede ayudarlo a mantener a su hijo alejado de lo que lo enoja. Esto es importante para calmar al niño. Obsérvelo e intente detectar el catalizador de ciertos comportamientos. Si usted (como padre o tutor) conoce este catalizador, es posible que pueda evitarlo.
    • Use un bloc de notas para registrar los catalizadores comunes de su hijo; esto le ayudará a evitar el acceso. También considere usar una aplicación móvil para realizar este registro.
    • Algunos catalizadores comunes para el acceso en niños con autismo incluyen: cambios o problemas en sus rutinas normales, sobreestimulación, frustración y dificultades de comunicación.
    • Los ataques emocionales son diferentes a los "berrinches". Estos tienen un propósito, como una provocación, y se detienen cuando el adulto cede; ésas, a su vez, ocurren cuando una persona autista se estresa tanto que pierde el control. En esos momentos, se siente impotente y ni siquiera obtiene lo que quiere.

  2. Siga una rutina específica. Si tiene compromisos y tareas específicas que hacer, el niño podrá predecir lo que sucederá a continuación y así permanecer tranquilo.
    • Los diarios ilustrados pueden ayudar a su hijo a visualizar la rutina diaria o semanal.
    • Si sabe que su rutina cambiará en un día determinado, tómese el tiempo para preparar a su hijo. Hable con él de antemano e infórmele de estos cambios de forma clara y paciente.
    • Cuando le presente a su hijo un nuevo entorno, es mejor hacerlo cuando haya menos estímulo, en un lugar con poco ruido o con menos gente.

  3. Comuníquese claramente con su hijo. La comunicación verbal es una fuente de frustración para muchos niños autistas. Hablar con paciencia y respeto y tener una buena enunciación.
    • Evite gritar o usar un tono agresivo; esto puede empeorar la crisis.
    • Si su hijo tiene dificultades con las palabras, utilice fotografías, imágenes y otras formas de comunicación aumentativa y alternativa (AAC).
    • Recuerde que la comunicación es una vía de doble sentido. Escuche siempre lo que su hijo tiene que decir y deje en claro que respeta y valora sus opiniones. Haga preguntas si necesita aclaraciones para evitar ataques de frustración.
  4. Distraiga al niño si sospecha que la causa del problema es emocional o psicológica. Cuando su hijo esté molesto, puede intentar atraer su atención para calmarlo. Use el juguete favorito de su hijo con entusiasmo o mire un video y escuche una canción que le guste. Si es posible, involucre los intereses específicos del niño.
    • Las distracciones no siempre funcionan. Por ejemplo: hacerle preguntas a tu hermana sobre la colección de piedras que guarda puede distraerla del miedo a vacunarse contra la gripe, pero no servirá de nada si el problema es la sensación que le da el vestido que lleva puesto. tu cuerpo (como si las hormigas lavapiés estuvieran caminando sobre tu piel o algo similar).
    • Cuando el niño recupere la calma, háblele sobre lo que lo estimuló o lo enojó antes. Pregúntele qué sucedió e intente, junto con ella, encontrar formas de evitar que este accidente vuelva a ocurrir.
  5. Cambie el entorno que rodea al niño. Su hijo puede estar irritado porque es hipersensible y está siendo estimulado en exceso. Cuando esto suceda, simplemente llévelo a una ubicación diferente o realice cambios en el entorno mismo (apagando los sonidos fuertes, por ejemplo) para reducir los efectos.
    • Por ejemplo: si a tu hijo no le gustan las luces fluorescentes, es mejor llevarlo a un ambiente donde haya fuentes alternativas de iluminación que obligarlo a lidiar con el problema.
    • Si el bebé se encuentra en un entorno que no se puede cambiar, tome medidas de precaución. Por ejemplo: dele a su hijo gafas de sol (para evitar la hipersensibilidad a la luz) o auriculares (para amortiguar el sonido) cuando esté en lugares públicos. Piense en otras precauciones con su hijo.
  6. Dele a su hijo un poco de espacio. A veces, los niños solo necesitan tiempo para poder prepararse para reanudar sus interacciones sociales. Intente dejar que el pequeño se siente un rato para calmarse (preferiblemente en un área con información sensorial limitada).
    • Prioriza la seguridad. Nunca deje a un niño pequeño solo y sin supervisión o encerrado en una habitación de la casa. Guárdelo en un lugar seguro del que pueda salir si lo desea.
  7. Una vez que las emociones hayan terminado, discútalo con su hijo. Acércate a él para tratar de encontrar una solución: en lugar de culpar o castigar al pequeño, habla con él sobre formas de evitar que este problema vuelva a suceder y de lidiar mejor con el estrés. Intenta hablar sobre:
    • Lo que el niño piensa causó el acceso (escuche con paciencia).
    • Cómo se pueden evitar situaciones similares en el futuro.
    • Estrategias más efectivas para lidiar con el problema (alejarse por un tiempo, contar hasta cierto número, respirar profundamente, pedir permiso para irse, etc.).
    • Un plan de escape para acabar con el acceso futuro.

Método 2 de 3: Calmar a su hijo con ejercicios de presión profunda

  1. Haga ejercicios de presión profunda con el niño. Los niños autistas tienen experiencias sensoriales diferentes a las de los niños con desarrollo común, lo que puede ser estresante e incluso doloroso. Ejercer una presión profunda sobre los músculos puede dejarlos relajados.
    • Intenta envolver al pequeño con una manta ajustada o ponle varias mantas. El peso de estos tejidos creará una presión relajante. Sin embargo, no cubra la cara del niño, ya que esto puede afectar su respiración.
    • Puedes crear o comprar, a través de Internet, herramientas específicas para ejercer este tipo de presión. Las mantas, los juguetes, los chalecos y los cojines pesados ​​son excelentes opciones.
  2. Dale a tu hijo un masaje de presión profunda. Esta estrategia es una gran forma de interacción entre padres e hijos, ya que puede fortalecer sus vínculos. Pon al pequeño entre tus piernas. Coloque sus manos sobre sus hombros y aplique presión. Luego, muévalos lentamente alrededor de los brazos.
    • Si no se siente cómodo, pídale consejos a un terapeuta de masajes oa una persona que tenga experiencia con las manos.
  3. Intente aplicar presión con una almohada o un cojín. Coloque al niño acostado o sentado sobre una superficie blanda y use un segundo objeto de este tipo para ejercer presión sobre el tronco, brazos y piernas de su niño de manera lenta y pulsante.
    • Nunca cubra la cara del niño, puede asfixiarlo.

Método 3 de 3: Calmar al niño con ejercicios de estimulación vestibular

  1. Comprende cómo funcionan los ejercicios de estimulación vestibular. El aparato vestibular contribuye al equilibrio y la sensación de orientación espacial. Algunos movimientos específicos (como mecer al niño) ayudan a traer la calma.
    • Los movimientos repetitivos tranquilizan y ayudan a mantener al niño concentrado en su sensación física.
  2. Mueva al niño hacia adelante y hacia atrás. Colóquelo en un columpio y empújelo suavemente. Regular la velocidad del movimiento, acelerándolo o ralentizándolo, hasta que el pequeño recupere la calma. Si la estrategia parece empeorar el problema, deténgase.
    • Si es posible, instale el columpio en el interior para aprovechar al máximo la técnica. Para que pueda usarlo incluso si está lloviendo afuera.
    • Algunos niños pueden columpiarse solos. En ese caso, sugerir su hijo a jugar con el objeto.
  3. Gire al niño en una silla. Este es otro ejercicio de estimulación vestibular y puede poner fin a los episodios de emociones, alejando la atención del pequeño del catalizador y redirigiéndolo a su propia sensación física.
    • Las sillas de oficina son las mejores opciones, ya que giran con facilidad.
    • Asegúrese de que el niño esté sentado firmemente y gire la silla lentamente para evitar lastimar al niño.
    • Algunos niños prefieren mantener los ojos abiertos; otros los cierran.

Consejos

  • Habla en un tono tranquilo y pacífico.
  • Comprenda y maneje su propia frustración para evitar desquitarse con su hijo.
  • Siempre hable con los maestros y otros adultos responsables de su hijo para que todos lo traten de manera constante.

Advertencias

  • Si tiene miedo de que su hijo pueda lastimarse o lastimar a otra persona o si se asfixia y no sabe qué hacer, pídale ayuda a otro adulto responsable.
  • Acérquese a su hijo con calma si está agitado o tira cosas a las personas, o puede sentirse atrapado y, por lo tanto, lastimarse por accidente.

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