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El gouda es un queso duro y dulce que combina bien con una variedad de alimentos y bebidas. Se puede comer con fruta y queso en bandeja de queso o saborear con una copa de vino tinto o blanco. Gouda también es ideal para sándwiches, platos de verduras u otras recetas cocinadas. Antes de comerlo, córtelo en rodajas y retire la cobertura de queso.
Pasos
Método 1 de 3: rebanar el queso gouda
- Retire la envoltura de plástico del queso. Rasga el plástico con los dedos o con la punta de un cuchillo. Luego, sáquelo hasta quitar el envoltorio de todo el disco y deséchelo.
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Corta el queso en rodajas con un cuchillo muy afilado. Coloque la punta del cuchillo en el centro del disco y haga un corte recto desde el centro hasta el borde exterior. Luego, vuelva a colocar la punta del cuchillo en el centro y coloque la hoja en un ángulo de 45 grados con respecto al primer corte que hizo. Deslízala para insertarla en el queso y haz otro corte. Luego, retire la rodaja de queso de todo el disco.- Envuelva el resto del gouda en papel de aluminio o papel de aluminio y guárdelo en el refrigerador hasta por tres semanas.
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Retire la capa de cera, si corresponde. Algunos discos de gouda vienen con una capa de cera roja o negra que debe quitarse antes de consumir el queso. Si el tuyo tiene uno, pela la cera de cada rebanada con los dedos o con un cuchillo y tírala. - Corta las rodajas horizontalmente para hacer bandejas de queso o sándwiches. Divida cada rebanada en cuatro o cinco piezas horizontales homogéneas. Tome la punta cerca de la corteza (la parte endurecida fuera del queso) y córtela por la mitad para hacer dos piezas. La corteza es comestible, déjela con el resto al cortar el queso. Si no quieres comerlo, cómete el queso hasta que llegues a esa parte y tíralo cuando hayas terminado.
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Rallar el gouda para colocar encima de los platos. Coloque el rallador en un plato o tazón, sostenga la rebanada de queso en su mano y ralle el lado agudo y perforado. Cuando llegues al fondo, levanta la rodaja del rallador, vuelve a subirla y deslízala nuevamente para rallar. Repita hasta que se haya rallado toda la rebanada.- Tenga cuidado de no lastimarse los dedos al rallar el queso.
Método 2 de 3: combinar gouda con alimentos y bebidas
- Come el queso con un vino ligero con sabor a frutas. Si prefiere el vino blanco, elija un blanco Chardonnay o Borgoña para degustar con el gouda. Si tu tipo es vino tinto, combínalo con Cabernet Sauvignon, Shiraz, Merlot o Zinfandel para realzar los sabores del queso.
- Combine gouda con cerveza rica en sabores de caramelo. El sabor a caramelo de la cerveza complementa la dulzura del queso. American ámbar ales, brown ales y brown porters se ven muy bien con gouda. Si el queso está añejado, una cerveza negra más dulce también es una gran opción.
- Prueba el queso con frutas dulces. Haga una bandeja de queso con gouda en rodajas y durazno. El queso también es muy bueno con las peras d’Anjou debido al sabor dulce y cítrico de la fruta.
- Come gouda en rodajas con pan integral. Haga un porro caliente con pan integral y rebanadas de queso gouda o agréguelas a un sándwich frío. Otra opción es servir pan integral en una bandeja con rodajas de gouda. El peso del pan va muy bien con este tipo de quesos.
- Agregue gouda rallado a sus platos de verduras favoritos. Coloque el rallador de queso sobre un tazón grande y ralle. Luego, cuando el plato esté listo, espolvorea el queso sobre las verduras.
- Mezcle el queso gouda rallado en un plato de verduras caliente para ayudar a derretirlo.
Método 3 de 3: hacer macarrones con queso gouda
- Precalentar el horno a 190 ° C y preparar las cazuelas. Engrase los platos rociándolos con spray de cocina. En ausencia de spray, use aceite o mantequilla con una toalla de papel.
- Hervir 450 g de fideos tubulares durante diez minutos al fuego. Agregue una pizca de sal al agua hirviendo antes de agregar la pasta. Mientras la pasta hierve, empieza a preparar la salsa de queso.
- En ausencia de fideos de tubo, use conchas u otro tipo.
- Prepare la salsa de queso en una cacerola a fuego medio. Combine en la sartén 2,5 cucharaditas (40 ml) de mantequilla derretida, 2 cucharaditas (30 g) de harina de trigo, 2,5 tazas (600 ml) de leche y ½ cucharadita (2,5 g) de sal y pimienta. Revuelva bien hasta que la salsa esté suave.
- Apague el fuego y agregue 110 g de gouda a la cacerola. Mezclar el queso hasta que se derrita.
- Combine la pasta y la salsa en la cazuela y hornee por 15 minutos. Pasado ese tiempo, retira la pasta y mira si se ha calentado. Si es así, el plato está listo. Si no, llévala al horno unos minutos más o hasta que esté muy caliente.