Cómo reconocer y tratar la laminitis (riego) en caballos

Autor: Eugene Taylor
Fecha De Creación: 13 Agosto 2021
Fecha De Actualización: 12 Mayo 2024
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Cómo reconocer y tratar la laminitis (riego) en caballos - Consejos
Cómo reconocer y tratar la laminitis (riego) en caballos - Consejos

Contenido

Si nota que su caballo ha sido diferente o ha estado caminando de una manera extraña, es posible que deba examinarlo para ver si es laminitis (también conocida como riego). Esta enfermedad puede afectar a caballos de cualquier raza y edad, por lo que es necesario estar atento a los signos. Si no conoce los síntomas o el tratamiento de la laminitis, este artículo le ayudará a identificar los signos en su mascota.

Pasos

Parte 1 de 3: Reconociendo laminitis o riego

  1. Comprende qué es la laminitis. La laminitis es una enfermedad que debilita al caballo. Anteriormente asociado con ponis con sobrepeso, en realidad puede afectar a caballos de cualquier tamaño y edad.
    • En esta enfermedad, las palas que conectan la falange distal con el interior del casco se debilitan. Luego, la falange distal se afloja dentro del casco. Por lo tanto, sufre rotación y, a veces, incluso perfora la suela del casco. Esto sucede en casos de laminitis crónica.
    • Dicha conexión se compone de una capa muerta y una capa sensible, muy similar a la uña y al lecho ungueal. La separación ocurre cuando estas capas se desconectan.

  2. Busque los primeros signos de laminitis. La etapa inicial de la laminitis se conoce como etapa aguda. En esto, el caballo desarrolla la enfermedad, pero la falange distal aún no está suelta.
    • Tenga cuidado con los cambios en el estado de ánimo del caballo. Puede estar apático y su apetito puede ser menor de lo normal.
    • El caballo intentará evitar el ejercicio, ya que caminar causa dolor. También puede ponerse de pie de una manera diferente a la normal en un intento por aliviar el dolor. Por ejemplo, puede empujar sus patas delanteras hacia adelante para disminuir el sufrimiento.
    • Observe cambios en el trote, como no poder girar con facilidad, especialmente en superficies duras. Aunque se ve bien cuando camina sobre terreno blando, la forma en que camina sobre superficies duras es crucial para detectar el problema. Además, es posible que el caballo desee cambiar de una pata a otra todo el tiempo.

  3. Compruebe si hay cambios en el casco. El casco puede crecer de forma diferente, formando anillos. Además, la línea blanca de la suela puede crecer más de lo normal en un anillo. Puede notar un casco escamoso o quebradizo en los bordes.
    • Además, toque los cascos, ya que pueden calentarse en la primera etapa de la enfermedad.

  4. Vea si hay un aumento en la frecuencia cardíaca y respiratoria. Si el caballo se encuentra en las primeras etapas de la laminitis, su frecuencia cardíaca y respiratoria pueden aumentar. La frecuencia cardíaca puede aumentar de 60 a 120 latidos por minuto, mientras que la respiración puede pasar de 80 a 100 por minuto.
  5. Observe si hay signos de la fase subaguda. La etapa subaguda de la laminitis ocurre cuando excede los tres días, pero aún no hay ruptura interna del casco. De hecho, los síntomas son menos notorios en esta etapa, pero son los mismos que en la fase aguda, como un aumento de la frecuencia cardíaca y un cambio en la posición de las piernas al montar.
  6. Busque cambios en la forma en que se encuentra. Como la pata está adolorida, el caballo intenta quitarse el peso de encima. Una de las posiciones típicas es cuando se echa hacia atrás, poniendo la mayor parte del peso en la parte posterior de la pata (cuenta). Entonces parece que el caballo se inclina en esa dirección. Además, es muy difícil hacer que se mueva. Tan pronto como encuentre una posición relativamente cómoda para su pata, será reacio a moverse para no sentir más el dolor. La fase crónica comienza cuando la falange se desprende del casco.
    • Presta atención si el caballo quiere descansar. Si el caballo quiere acostarse o descansar con más frecuencia de lo normal, puede ser una señal del problema. Asimismo, si se niega a salir del establo o se muestra reacio a dar un paseo, probablemente sea un indicio de que la laminitis ya ha llegado a su fase crónica.

Parte 2 de 3: tratamiento de laminitis o riego

  1. Llame al veterinario de inmediato. Describe en detalle lo que observaste. Mide la temperatura y la frecuencia cardíaca y respiratoria del animal. Todo dueño de un caballo debe tener un estetoscopio y un termómetro rectal disponibles y funcionando y saber cómo usarlos.
  2. No fuerce al caballo a caminar o moverse. Si muestra signos de cojera, no lo obligue a hacer ejercicio. Si el animal se encuentra a una gran distancia de casa, debe retirarlo con un vehículo. Haga una cama alta de aserrín (entre 10 y 12,5 cm) en su establo. El aserrín proporciona un suelo acolchado para el caballo, lo que ayuda a aliviar parte del dolor.
  3. Toma algunas medidas paliativas mientras esperas a que llegue el veterinario. Si sigue los siguientes pasos antes de que llegue el profesional, facilitará su trabajo y ofrecerá al animal el alivio que tanto necesita.
    • Haz bolsas de hielo. El tratamiento con hielo es el mismo que para las personas. Es necesario enfriar la pata del caballo tal como se hace en las lesiones en la rodilla o el tobillo de alguien. Puede utilizar una tina llena de hielo y agua o botas de hielo para caballos. No dejes que se quede con la bota por más de 30 minutos.
    • Dale un antiinflamatorio no esteroideo. Este tipo de analgésico ciertamente ayuda a aliviar el dolor, pero también ayuda a tratar la inflamación. Puede administrar firocoxib, suxibuzona o fenilbutazona, por ejemplo. Estos medicamentos no deben administrarse si el caballo está tomando esteroides, ya que ambos están contraindicados juntos y pueden ser una combinación fatal. Pregunte siempre al veterinario antes de administrar cualquier medicamento al animal.
    • El tratamiento de la laminitis puede variar según la gravedad de la enfermedad, pero lo principal es hacer que el caballo tome fenilbutazona, que es un potente antiinflamatorio. Este remedio, junto con un buen apoyo, son dos de los tratamientos que se utilizan para aliviar el dolor y tratar las enfermedades.
  4. Deje que el veterinario diagnostique la enfermedad. El veterinario verificará los síntomas enumerados anteriormente examinando al caballo. Está mucho mejor preparado para identificar los signos. El veterinario también puede tomar radiografías para examinar el interior del casco.
    • Pregunte cuánto tiempo necesita administrar antiinflamatorios a los animales. Cuando le esté dando a su caballo algunos de estos medicamentos, como fenilbutazona, es posible que deba saltar un día después de una semana.
  5. Pregunte acerca de la acepromacina o acetilpromazina. Esto puede aumentar el flujo sanguíneo en las hojas, lo que ayuda en el tratamiento en algunos casos. También puede sedar al caballo hasta cierto nivel, tranquilizándolo y disminuyendo las posibilidades de sufrir más lesiones.
  6. Busque un herrador ortopedista (uno que tenga experiencia adicional en el tratamiento de enfermedades como laminitis colocando aparatos ortopédicos) para evaluar al caballo. Es posible que pueda aliviar un poco la presión de sus patas mediante el uso inteligente de zapatos especiales. También puede evaluar si las plantas de las piernas están en buen estado. Tenga cuidado al tomar medidas por su cuenta, ya que puede pasar por alto el ángulo de inclinación del casco y posiblemente anticipar una perforación de la falange distal.
    • Es posible cortar una pieza gruesa de espuma del tamaño del casco. Debe ser de unos 5 cm para proteger al animal.
  7. Investigue las posibles causas de la enfermedad para evitar que vuelva a ocurrir. La laminitis, en algunas ocasiones, es causada por el exceso de peso del animal y por comer pasto fresco, pero no siempre es la causa. Otras enfermedades pueden inducir laminitis. La investigación sobre la enfermedad aún está en curso, ya que sus mecanismos y los mejores métodos de tratamiento y prevención aún no se comprenden completamente.
    • Una prueba importante para averiguar la causa es el nivel de azúcar en sangre del caballo, ya que el exceso de azúcar es un factor de riesgo.

Parte 3 de 3: Prevención de la laminitis

  1. No alimente al caballo con demasiados carbohidratos o azúcar. Ciertos pastos son demasiado azucarados para los caballos, lo que evita la digestión de carbohidratos. Generalmente, los pastos en primavera y otoño son muy dulces, al igual que el pasto que se cultiva especialmente para el ganado. Aunque los expertos aún desconocen el motivo, el exceso de carbohidratos en el cuerpo del caballo puede provocar laminitis.
    • Evite alimentar al caballo en un pastizal para ganado y también evite dejarlo pastar justo después de una helada. Además, la hierba muy corta puede ser muy rica en azúcar para un caballo.
  2. Disminuya la ingesta de cereales. Aunque los caballos pueden comer un poco de grano, trate de no dar demasiado. Debes, sobre todo, limitar tu consumo de cereales ricos en almíbar. Al igual que la hierba muy dulce, el exceso de grano puede generar un exceso de carbohidratos en el organismo, lo que induce laminitis.
    • No alimente al animal con más de 1,5 kg a 2 kg de cereal a la vez.
  3. Identifica los signos de laminitis después de una infección. Una infección en otra parte del cuerpo también puede causar laminitis. Por ejemplo, una yegua que no libera toda la placenta después de que nace un cachorro puede desarrollar una infección. Por lo tanto, esa yegua puede tener laminitis.
    • Otras enfermedades también pueden provocar laminitis, como la enfermedad de Cushing. Siempre busque signos de laminitis si el caballo tiene síndrome de Cushing.
  4. Busque laminitis después de tomar corticosteroides. Si su mascota ha recibido tratamiento con esteroides, tenga cuidado con los síntomas de la laminitis. Se debe prestar especial atención al tomar grandes dosis.
    • No olvide que los esteroides y la fenilbutazona no deben administrarse juntos, ya que esto puede ser fatal. Si su mascota desarrolló laminitis después del tratamiento con esteroides, hable con un veterinario antes de administrar fenilbutazona para aliviar el dolor.
  5. No permita que los caballos corran por terrenos duros. Otro factor que puede provocar laminitis es hacer que los caballos se esfuercen mucho en suelos duros, como el hormigón. Además, los caballos que tienen sobrepeso pueden padecer esta enfermedad, ya que el sobrepeso aumenta la presión sobre los cascos.
  6. Mantenga las pezuñas del animal recortadas. Si no lo hace, puede ejercer mucha presión sobre ellos. Esta presión puede dañar las cuchillas, lo que a su vez conduce a laminitis.
    • Contrata a un herrador de la región para que mantenga los cascos del caballo recortados. El profesional también podrá reconocer los signos de laminitis y diagnosticarla antes que usted.

Advertencias

  • Aunque se escuchan opiniones diferentes de otros propietarios o entrenadores de caballos, no espere para llamar a un veterinario. Cuanto antes se trate el problema, mayores serán las posibilidades de obtener un resultado positivo.

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