Cómo calmar a un caballo asustado

Autor: Roger Morrison
Fecha De Creación: 1 Septiembre 2021
Fecha De Actualización: 1 Mayo 2024
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Cómo calmar a un caballo asustado - Consejos
Cómo calmar a un caballo asustado - Consejos

Contenido

Los caballos pueden ser emocionalmente inestables. Debido a que son presa de otros animales, tienen un miedo natural y saludable a los olores, sonidos y movimientos inesperados que indicarían la posible presencia de un depredador. Para los jinetes, sin embargo, un caballo asustado puede ser impredecible y peligroso. Los caballos asustados creen que serán lastimados y no se comportan de manera racional; instintivamente, solo quieren escapar. De cualquier manera, es posible calmar a un caballo, disminuir su miedo y hacer que confíe en ti. Esta tarea requiere paciencia, compostura y tiempo.

Pasos

Método 1 de 3: Calmar al caballo en la silla

  1. Mantenga la calma. Algunos jinetes se ponen nerviosos antes de un espectáculo, lo que puede acabar afectando el estado emocional del propio caballo. Tómate un tiempo para respirar y relajarte. Además, recuerda que el caballo es capaz de detectar tu estado de ánimo y estado emocional. Como editor, su objetivo es ser el líder. Mantén la confianza y guía al caballo.

  2. Acaricia la cresta del caballo. Si ya estás montando a caballo, acaricia la zona del cuello o masajea y rasca la zona alrededor de la melena. También puedes acariciar al caballo debajo de las orejas. Experimente con diferentes técnicas hasta que encuentre la que mejor funcione. Una buena técnica es el toque en forma de "T". Con movimientos circulares de los dedos medio e índice, acaricia el cuerpo del caballo para aliviar la tensión en los músculos del animal, tranquilizándolo.

  3. Conduce con rienda suelta. La rienda suelta se debe sostener con una mano mientras el codo se mantiene recto y cerca de la cresta del caballo. Esta práctica requiere experiencia con caballos. Es posible que no se sienta seguro al conducir sin sujetar las riendas con ambas manos o acercarlas a su cuerpo. Sin embargo, al sostener las riendas con ambas manos, se recluta la región trasera del caballo, aumentando la fuerza de los movimientos del animal. ¡Recuerda que estás montando un animal que es una presa! La parte más importante es mantener la calma del animal y hacerlo sentir seguro. Controle al caballo con una sola rienda para no forzar la región trasera del caballo.

  4. No tire de las riendas. Cuando te des cuenta de que el caballo está asustado, tu primera reacción será sujetar las riendas con más fuerza. Resista este impulso. No tire de las riendas inmediatamente, ya que la situación puede empeorar. El caballo puede interpretar su gesto como un acto de hostilidad y pánico.
  5. Si el caballo está un poco asustado, use la técnica de rienda opuesta. El caballo dejará de caminar hacia adelante y cambiará de dirección, haciéndolo moverse en círculos, dándote tiempo para calmarte. La ejecución de esta técnica consiste en sujetar la brida con una mano y tirar de ella hacia la zona de la cadera del caballo. La rienda no cruzará el cuello del caballo, apoyándose en el cuello y aplicando una ligera presión contra la boca del animal.
  6. Utilice la técnica de "flexión lateral" si el animal está muy asustado. Si el animal empieza a saltar, ponerse de pie o correr, puede ser necesario utilizar una técnica llamada "flexión lateral" hasta que detenga al caballo con las riendas. A diferencia de la rienda opuesta, esta técnica implica usar la rienda directamente para detener al caballo cuando se sienta listo, en lugar de forzarlo a detenerse. Para realizar la "rienda directa", se debe acortar, leve y suavemente, una de las riendas, forzando el movimiento circular del caballo. Manteniéndose en equilibrio, tire de la rienda izquierda hacia la cabeza del caballo, doblándola por el cuello. Continúe el movimiento hacia adelante. La idea no es detener al caballo de inmediato, solo reducir la velocidad. Al comenzar a caminar en círculos, el caballo se relajará y se calmará, lo que le permitirá disminuir la velocidad hasta que se detenga.
  7. Actúe lo más rápido posible. Mantenga la calma y actúe inmediatamente cuando el caballo esté tenso. Un caballo asustado puede ser muy peligroso. Reaccionar de la manera correcta puede evitar que se lastime o incluso algo peor. Trate de sortear la situación y mantenga al caballo bajo control, desmontándolo si es necesario.
  8. Termina el viaje de manera positiva. El caballo no debe tener miedo de la ronda o estrés cada vez que ve la rienda. No castigue al caballo cuando se asuste. Este tipo de tratamiento solo asustará aún más al animal y hará que lo vea como una posible amenaza o depredador.

Método 2 de 3: controlar el caballo sin montarlo

  1. Acércate con amor. Muéstrale al caballo que no hay peligro. Muévase lentamente y diga palabras reconfortantes; por mucho que el caballo no pueda entenderlas, el sonido de su voz lo calmará. Mantenga las manos a los lados con las palmas hacia arriba. Trate de no hacer movimientos bruscos.
  2. Consuela al caballo. Si el caballo parece asustado y camina hacia atrás o hacia un lado, sigue hablando con él en un tono reconfortante. Trate de averiguar qué le emocionó. Ésta no es una tarea difícil. El caballo levantará las orejas mirando lo que lo asusta o se volteará en sentido contrario. Si puede acercarse de manera segura, intente masajear el área en el medio de la frente del caballo. Los caballos responden bien a masajes como el "toque en forma de T" mencionado anteriormente. Este procedimiento lo relajará más.
  3. No castigue al caballo ni lo fuerce a hacer nada. Los caballos no son seres racionales. Para ellos, las formas y los objetos desconocidos pueden representar una amenaza. Por ejemplo, no comprenden que un conejo o una manguera de jardín no representan ningún peligro. Por tanto, castigar al caballo u obligarlo a enfrentarse al objeto del terror no es un método eficaz. De hecho, este tipo de cosas pueden terminar empeorando la situación, aumentando aún más el miedo del caballo. Además, el caballo puede empezar a tenerle miedo.
  4. Calma al caballo con remedios herbales. Las fórmulas a base de plantas como lavanda, manzanilla, valeriana o flores de bach son algunas de las más recomendadas para calmar a los caballos. También se pueden utilizar para calmar a los ensambladores. Los remedios herbarios se pueden encontrar en varias formas, como compresas de hierbas, cataplasmas, infusiones o extractos de alcohol, agua y esencia vegetal; dependiendo del tipo, el medicamento se puede administrar al caballo por inhalación o ingestión (mezclado con la comida). Trate de seguir correctamente las instrucciones al administrar el medicamento.
  5. Cargue el caballo. El carruaje es una técnica en la que el caballo se controla alrededor de la ronda. Con este tipo de entrenamiento, los caballos sin experiencia aprenden a responder a los comandos de voz y al lenguaje corporal del entrenador. Además, en el proceso del carruaje, el caballo comienza a acostumbrarse a usar la silla y las riendas. El carruaje también sirve para calmar al caballo antes de montarlo, por lo que siempre es buena idea practicarlo. Para charrar el caballo, necesitarás unas buenas botas, una ronda, tu voz y un rumbo en la ronda de unos 9 a 10 metros. La idea es mover el caballo por la ronda, guiándolo con su voz y látigo, controlando el ritmo y dirección del animal. Con el tiempo, el caballo comenzará a reconocer sus comandos de voz, ya sea para caminar, trotar, galopar, etc.
    • Utilice el látigo solo cuando sea necesario. El chasquido del látigo puede estresar al caballo. Tocar al animal con el látigo sirve como señal para que se mueva más rápido.

Método 3 de 3: Ganar la confianza del caballo con el tiempo

  1. Mantenga la calma. Los caballos pueden identificar sus emociones. Sienten si estás agitado o nervioso y esas emociones pueden acabar afectando al propio animal. Recuerda que algunos caballos no confiarán en ti de inmediato. Esto puede llevar semanas o incluso meses. Un solo paso en falso puede hacer que el caballo entre en pánico. Acércate siempre al animal con calma y confianza, no con timidez.
  2. Acércate al caballo solo si está cómodo. Si el animal tiene orejas levantadas o fosas nasales agrandadas, puede ser una señal de que se siente incómodo con tu presencia. No te acerques al caballo en estos casos, ya que sus movimientos pueden asustarte. Si se siente seguro, acérquese a la izquierda del caballo, desde el frente. Habla con él con calma para que se dé cuenta de tu presencia. Nunca se acerque por detrás.
  3. Alimenta al caballo. El refuerzo positivo es útil para enseñar a los caballos. Si el caballo está tranquilo y puedes acercarte con seguridad, ofrécele pequeñas porciones de zanahoria, manzana, terrones de azúcar o golosinas para caballos. Esta práctica te ayudará a ganarte la confianza del animal. Además, refuerzos positivos como este calmarán al caballo y demostrarán que eres amigable. Repite el procedimiento unas cuantas veces y si el caballo acepta la comida, acaricia su crin. Sin embargo, recuerde que algunos tipos de alimentos no son recomendables para el caballo. Evite ofrecer cebollas, patatas, tomates, repollo o cualquier verdura que pueda provocar gases intestinales o que pertenezca a la familia de las solanáceas.
  4. Visite el caballo con frecuencia. Cuando hayas visitado al animal lo suficiente, poco a poco se acostumbrará a tu presencia y empezará a verte como un "amigo". Continúe visitando al animal para acercarse más a él y fortalecer el vínculo de amistad entre ustedes. Con el tiempo, el caballo confiará en ti lo suficiente como para dejarte montarlo.
  5. Intente interpretar el lenguaje corporal del caballo. Como los humanos, los caballos transmiten emociones a través del cuerpo. Una cabeza inclinada, por ejemplo, es una señal de que el caballo está relajado. Sin embargo, si niega con la cabeza, puede ser un signo de agresión. Una mirada rápida y agitada suele indicar miedo. Compruebe también cómo reacciona el animal al medio ambiente. El miedo del caballo puede indicar un trauma psicológico debido a alguna experiencia traumática o de abuso en el pasado. Si se estresa al ver la silla, por ejemplo, podría ser una señal de que asocia el objeto con algo negativo, o que la silla le duele.
  6. Sea paciente y cuidadoso. Ganarse la confianza del caballo puede llevar tiempo. Sigue esforzándote por mejorar la relación con el animal. Tenga en cuenta que es posible que el animal no comprenda sus intenciones cuando intente calmarlo. Puede entrar en pánico o intentar correr, lo que puede ser peligroso. Corre el riesgo de ser pateado, mordido o incluso pisoteado. Poner más tensión en la brida guía puede empeorar la situación. Tenga cuidado siempre que reaccione a los instintos del caballo.

Advertencias

  • Solo los jinetes experimentados deben entrenar a los caballos asustados.
  • Envolver las riendas guía en sus manos puede lastimarlo.

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