Cómo disciplinar a un adolescente

Autor: Morris Wright
Fecha De Creación: 26 Abril 2021
Fecha De Actualización: 16 Mayo 2024
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Cómo disciplinar a un adolescente - Consejos
Cómo disciplinar a un adolescente - Consejos

Contenido

¿No te escucha tu hijo? ¿Hablas todo el tiempo? Esto es muy frustrante, pero es necesario comprender que los adolescentes pasan por muchos cambios físicos y emocionales y es muy difícil saber si tienes ideas similares sobre cómo vivir tu vida. Cuando sienta que es necesario disciplinar a su hijo, siga los pasos a continuación para que sus conversaciones sean apropiadas y efectivas.

Pasos

Método 1 de 3: mejorar la comunicación

  1. Deja muy claras tus expectativas. La clave para tener una relación positiva con su hijo es una buena comunicación. Necesita poder hablar con claridad, explorando los sentimientos y deseos de ambos. Si puede mantener una comunicación eficaz, la necesidad de disciplina será menor, créame. Explique exactamente lo que espera del joven para evitar problemas.
    • Hágale saber exactamente lo que se espera de él. Por ejemplo, digamos que su enfoque está en los estudios. Díganos qué calificaciones cree que son aceptables para su hijo, reforzando bien esta idea.
    • Explique cómo le ayudará a alcanzar sus expectativas. Si se está enfocando en obtener mejores calificaciones, dígale que necesita que estudie por lo menos X horas a la semana o haga un requisito de que debe hacer la tarea antes de divertirse.
    • También es posible establecer expectativas de resultados no tangibles. ¿Quiere resolver un problema de actitud? Aclare sus expectativas de que le gustaría que él respetara a todos.
    • Pon todo en papel para reforzar las palabras que estás diciendo.

  2. Haga preguntas. Su hijo pasa más tiempo fuera de casa todos los días y, después de todo, está creciendo. Las clases son más largas, tiene más actividades extracurriculares y más amigos con quienes pasar el rato. Para desarrollar una buena relación con el joven, es necesario saber qué está pasando en su vida. No te avergüences: ¡pregunta!
    • Haga preguntas que necesiten más que un "sí" o un "no" como respuesta. En lugar de "¿Hiciste tu tarea?", Pregunta algo como "¿Qué has estado aprendiendo en la clase de portugués?". Las respuestas que recibirás serán más completas.
    • Tómese un tiempo cada día para hablar sobre cómo van las cosas. El chat puede ser casual, pero es importante ser informativo. Un ejemplo: "¿Cómo te sientes con la llegada del partido el sábado?".

  3. Escucha activamente. La comunicación es una forma eficaz de fortalecer las relaciones, pero hacer preguntas no es suficiente. ¡Necesitas escuchar las respuestas! Siempre es posible convertirse en un mejor oyente, así que siga estos pasos:
    • Cuando hable, intente repetir lo que se dijo: "Escuché que está frustrado porque sus amigos regresan a casa más tarde que usted". Así, dejas claro que estás prestando atención a la conversación y también despejando tus dudas.
    • Ofrezca comentarios. Cuando hable con su hijo, presente sus sentimientos iniciales sobre el tema. Por ejemplo: "No estoy en contra de dar una asignación mayor, pero también debemos discutir un aumento en sus responsabilidades".
    • Ofrezca una forma de validación. El joven necesita saber que reconoces sus sentimientos, así que sé específico: "Sé que estabas molesto por la mudanza de tu padre, y eso es muy comprensible".

  4. Elija el momento adecuado para hablar. Mantener una buena comunicación con su hijo puede ser un desafío, especialmente si su hijo no suele estar de buen humor. ¡Elija el mejor momento cuando necesite tener una conversación importante! No hables de cosas cruciales a la hora de dormir o antes de la clase.
    • Hable cuando estén haciendo algo juntos, como preparar la cena, por ejemplo.
    • Si su hijo parece reacio, elija un momento diferente para la conversación. La idea es que el diálogo sea constructivo para ambos.
    • Sea paciente. Los jóvenes suelen abrirse solo cuando les apetece. En el momento adecuado, ¡esté dispuesto a escucharlo!

Método 2 de 3: elegir el mejor enfoque

  1. Promover la rendición de cuentas. A veces la comunicación falla y los jóvenes deben ser disciplinados. Cuando no haya ningún lugar a donde correr, sepa que existen varios métodos para educarlo y debe pensar detenidamente qué funcionará mejor en su situación. Una forma muy eficaz de disciplina es responsabilizar a su hijo por todas sus acciones.
    • Si ha establecido bien sus expectativas, su hijo sabe lo que quiere. Si explícitamente no respeta sus deseos, hágale saber que debe ser responsable de lo que ha hecho.
    • Intente decir algo como "Te expliqué que no está bien maldecir a tu hermano menor. Sabes que esto conduce a la falta de privilegios".
    • Al centrarse en las acciones y el conocimiento de su hijo, deja en claro que él es responsable de sus propias acciones.
  2. Evitar el castigo. Hay una gran diferencia entre castigar y disciplinar a un niño. El término "castigo" es inherentemente negativo, mientras que "disciplinario" es un término constructivo. Por ejemplo, la disciplina es una forma de ayudar a alguien a seguir las reglas y el castigo es la retribución. Explíquele que al educar a su hijo, le está enseñando que hay beneficios en seguir las reglas y las consecuencias de ignorarlas. Recuérdele que el mundo funciona así y que esto es entrenamiento para la vida.
    • En ocasiones será necesario imponer restricciones al joven, pero es posible sin las connotaciones negativas que suelen acompañar al castigo.
    • Por ejemplo, evite los ultimátums, ya que actúan como un desafío directo y un camino hacia el castigo. No "Mejor sube tus notas, si no yo ...".
    • Evite las amenazas sobre castigos vagos. Diga exactamente cómo va a imponer las restricciones que ha establecido juntos.
    • Se Flexible. ¿Dijiste que tu hijo no puede ir durante dos semanas debido a malas calificaciones? Si se presenta en casa con un boletín lleno de 10 notas, demuestre que valora sus acciones y la eliminación de restricciones unos días antes del arreglo. ¡Demuestre que la disciplina es razonable!
    • Sea firme, pero respetuoso. Su hijo es un adulto joven, así que no hable como si fuera un niño. Sin sarcasmo ni respuestas cruzadas.
  3. Pon límites. El joven necesita saber qué acciones son aceptables y cuáles no. Es importante establecer límites claros para que sepa exactamente lo que puede y no puede hacer. Por ejemplo, si cree que es importante enfatizar que su hijo no debería beber alcohol, déjelo muy claro.
    • Pon límites a la vida social. Explique que el joven solo puede permanecer en la calle hasta cierto tiempo y que necesita decir dónde está siempre, por ejemplo.
    • Hágale saber que supervisará sus actividades virtuales. Los jóvenes necesitan un poco de privacidad, pero no hay nada de malo en monitorear sus interacciones en línea para evitar que corran peligro.
    • Si permite que su hijo tenga citas, establezca límites a sus relaciones. Por ejemplo, explíquele que no puede llevar a su novia al dormitorio y cerrar la puerta. No le prohíbas tener citas o quejarse de sus elecciones, ya que esto solo hará que insista aún más en la relación. La primera impresión no lo es todo, así que dale una oportunidad a la otra persona. Si aún siente que no es una buena opción y tiene buenas razones para hacerlo, hable cortésmente con su hijo.
    • Explique que los límites son por su seguridad y para enseñarle la responsabilidad.
  4. Dar autonomía al joven. ¿Sientes que tu hijo siempre te golpea de frente? Recuerda que los adolescentes viven en una fase en la que intentan ser más independientes. Permítale ser un participante activo en la creación de las reglas de la casa para que pueda invertir más en el proceso.
    • Pídale que le ayude a elaborar una lista de reglas apropiadas para la vida. Pueden definir cosas juntas como tiempo para llegar a casa, calificaciones esperadas, mesada, etc.
    • Esté dispuesto a negociar. Respeta la opinión del joven sobre los temas y, puedes apostar, te escuchará más.
    • Pídale que sugiera una consecuencia por romper las reglas. Por ejemplo, si llega después de la hora programada, ¿cuál sería el castigo?
    • Al darle más responsabilidad al joven, mayores serán las posibilidades de que se comporte de manera madura.

Método 3 de 3: Entender a su hijo

  1. Piense en la situación. A veces, su hijo puede parecer muy difícil, pero recuerde que está pasando por muchas cosas. Las hormonas están en pleno apogeo y su cuerpo está cambiando, por lo que los cambios de humor son comprensibles. También está tratando de desarrollar su propia identidad, probablemente sufriendo la presión de los estudios y los amigos. La perspectiva es fundamental cuando se trata de disciplina.
    • ¿Ha sido el joven grosero y malhumorado? Trate de averiguar si algo fuera de casa le molesta. ¿Notaste que su mejor amigo ya no pasa por tu casa? Tal vez tuvieron una pelea y él está pasando por un momento estresante. ¡Tómalo con calma!
    • ¿Están bajando sus notas? Tómese unos días para observar sus hábitos. Los adolescentes necesitan dormir mucho, así que ayude al joven a descansar lo suficiente para concentrarse en la escuela.
    • Antes de elegir la disciplina, evalúe todos los puntos de la situación.
  2. Empatizarse. La idea es ser sensible a lo que el otro siente o piensa. Cuando se trata de disciplinar a su hijo, ¡trate de ponerse en su lugar! Tenga siempre en cuenta las emociones del joven a la hora de elegir un curso a seguir.
    • Digamos que el adolescente reacciona mal al hecho de que no le dejas viajar con amigos. ¡Intenta pensar en lo que siente! Es probable que el joven esté preocupado por las provocaciones que escuchará o triste por perderse la gira. No es necesario que se retracte de su decisión, pero es una buena idea mostrar compasión.
    • Intente decir algo como "Me imagino que se siente frustrado por no ir de viaje con sus amigos. ¿Hay algo más divertido que podamos hacer el fin de semana?"
  3. Pida consejo, ya que tratar con un adolescente puede ser muy difícil. Es normal estar estresado y cansado, ¡así que no te cierres! Si tiene un amigo o familiar con quien hablar, pídale ayuda sobre cómo lidiar con el joven.
    • Habla con otros padres. Es una buena idea saber qué pueden y qué no pueden hacer los amigos de su hijo, así que hable sobre el tiempo para llegar a casa, la mesada, etc. para tener una idea de qué políticas implementar en casa.
    • Un médico también puede ser de gran ayuda, ya que el profesional puede evaluar si el adolescente está física y emocionalmente sano. Hágase chequeos periódicos para descartar posibles problemas médicos y hable con el médico.

Consejos

  • Pruebe diferentes métodos para hablar con su hijo. Recuerda que cada relación es única.
  • No tenga miedo de pedir consejo.
  • Si está muy cansado, descanse. ¡Es importante que te cuides!

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