Cómo tratar los espasmos musculares

Autor: Bobbie Johnson
Fecha De Creación: 8 Abril 2021
Fecha De Actualización: 12 Mayo 2024
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Cómo tratar los espasmos musculares - Enciclopedia
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Contenido

Un espasmo muscular puede ocurrir en cualquier músculo del cuerpo, incluidos los esqueléticos, como los de las pantorrillas, la espalda, los muslos o las manos, o en los lisos, como los del sistema digestivo. El espasmo muscular es la contracción involuntaria de un músculo, generalmente debido a la deshidratación, el esfuerzo excesivo o la disminución de los electrolitos necesarios. También puede ocurrir como respuesta a un estímulo nervioso. Aunque el tratamiento de los espasmos depende de los músculos afectados y la causa, la mayoría de los casos no son graves y pueden tratarse en casa.

Pasos

Método 1 de 4: tratar los espasmos musculares en casa

  1. Deja de hacer la actividad. Cuando un músculo tiene un espasmo, detenga la actividad. Un espasmo puede ocurrir durante un ejercicio o una tarea normal. A su primera señal, deje de hacer lo que está haciendo y trate de solucionar el problema. Puede causar dolor, pero no suele ser un problema duradero.
    • Intente masajear o frotar el área afectada. Por lo tanto, el músculo se relaja y aumenta el flujo sanguíneo.

  2. Descanse la musculatura afectada. Trate de que los músculos descansen durante unos días después del espasmo, especialmente si fue en la espalda. El dolor es un síntoma común en este caso. El músculo puede estar fatigado y necesita algo de tiempo para recuperarse sin sufrir más estrés. No olvides realizar movimientos delicados durante este período para evitar la rigidez.
    • Puede mover la musculatura afectada con cuidado, pero deje de usarla cuando note la aparición de dolor o calambre. Intente caminar un poco o estirarse, pero no gire ni doble el torso.

  3. Tramo. El estiramiento puede ayudar si tiene un espasmo muscular o un calambre. Al estirar, el músculo se tira en la dirección opuesta al músculo contraído, estirándolo. En este punto, el objetivo es estirar suavemente el músculo afectado. No lo extienda demasiado. Si comienza a sentir dolor, deténgase. Manténgalo en posición cuando sienta que se ha tensado, pero no vaya más allá. Permanezca así durante aproximadamente 30 segundos.
    • En caso de dolor en la pantorrilla (pantorrilla), párese a unos 30 cm de la pared. Apoya los brazos en la pared y mantén las rodillas y la espalda rectas. El talón debe estar en el suelo. Inclinación hacia delante. Debe sentir que los músculos de la pantorrilla se estiran. La sensación debe ser neutra o agradable. Si te duele, detente.
    • En caso de calambres en los pies o en la pantorrilla, siéntese y doble los dedos de la pierna con los calambres hacia la nariz. También puede tirar suavemente del pie hacia la cabeza. Sentirá tensión en el músculo de la pantorrilla o del pie.
    • Para un calambre en los músculos de la parte posterior del muslo, siéntese en el piso y estire las piernas hacia adelante. Los pies no deben estar doblados ni apuntando hacia adelante. Inclínese hacia adelante manteniendo la espalda recta. Trate de apoyar su pecho contra sus piernas. Deténgase tan pronto como sienta un estiramiento en la parte posterior de las piernas.
    • Para los calambres en los muslos, apóyese sobre una superficie estable, agarre su tobillo y tire suavemente de su pie hacia sus nalgas.
    • En caso de espasmos en las manos, apoye las palmas de las manos en la pared con los dedos hacia abajo y empuje.

  4. Haga ejercicios ligeros para los espasmos de espalda. Si tiene un espasmo en la espalda, algunos ejercicios suaves pueden ayudar. Haga ejercicio cuando tenga espasmos en la espalda solo después de que el dolor disminuya o cuando el calambre sea muy leve. No haga ejercicio si siente mucho dolor. Deténgase si el ejercicio empeora el problema.
    • Camine un poco, levantando las rodillas más de lo habitual y manteniendo la espalda recta. Caminar proporciona un estiramiento suave en la espalda baja que puede hacer que pasen los calambres musculares.
    • Levanta los brazos por encima de la cabeza. Repita diez veces, manteniendo la posición durante cinco a diez segundos. Haz el movimiento de tres a cuatro veces al día. Ayuda a estirar los músculos de la espalda.
    • Acuéstese en el suelo y lleve con cuidado una rodilla al pecho. Mantenga durante diez segundos y cambie de lado. Repita de cinco a diez veces, de dos a tres veces al día. Aún puede sostener ambas rodillas contra su pecho. Este movimiento estira la zona lumbar mientras relaja el resto de la musculatura, eliminando todos los "nudos".
  5. Use una almohadilla térmica o una bolsa de hielo. El calor relaja los músculos y hace que el espasmo desaparezca. El frío puede ayudar con la hinchazón y el dolor. La primera vez que haya un espasmo, haga una compresa fría. Aplique una bolsa de agua fría en el área afectada durante los primeros dos días. Mantenga el hielo en su lugar durante 20 a 30 minutos cada tres o cuatro horas. Luego, si el espasmo persiste, aplique calor y humedad durante 20 a 30 minutos durante todo el día.
    • Recuerda la frase: "calor para caminar, hielo para parar". Aplica calor cuando te muevas después. Aplique el hielo estando quieto y descansando.
    • Aplique calor durante 15 minutos cada cuatro horas hasta que desaparezca el espasmo. Aplique la compresa fría durante 12 o 15 minutos cada dos horas durante los dos primeros días.
    • Use una almohadilla térmica o un parche caliente y una bolsa con agua fría o congelada. Otra opción es envolver cubitos de hielo en un paño o incluso usar un paquete de verduras congeladas.
  6. Beba líquidos y electrolitos. Cuando el músculo está deshidratado, es importante hidratarse mucho. El agua y los electrolitos, en forma de jugos, bebidas deportivas (isotónicas), etc., pueden ayudar a suplir la falta de sales minerales y otros elementos. Los músculos necesitan sodio, potasio, calcio y magnesio para contraerse y relajarse adecuadamente.
    • No olvide reponer estos nutrientes con una bebida isotónica y agua si va a hacer mucho ejercicio o usar mucho sus músculos.
    • A veces, los espasmos musculares pueden indicar una deficiencia de vitaminas o minerales en el cuerpo. Toma suplementos multivitamínicos y minerales de calidad.

Método 2 de 4: tratamiento de los espasmos musculares con medicamentos

  1. Trate los espasmos con analgésicos de venta libre. A veces, un espasmo muscular puede causar un dolor extremo. Habla con un médico sobre los analgésicos de venta libre, como los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Entre ellos se encuentran el ibuprofeno (Advil) o el naproxeno sódico (Flanax). Incluso puede probar el paracetamol (Tylemol).
  2. Toma un antiinflamatorio. Esto disminuye la inflamación o hinchazón excesiva en la región afectada. Los medicamentos antiinflamatorios también pueden ayudar a aumentar el flujo sanguíneo, lo que hace posible la curación. La primera opción de tratamiento suele ser un medicamento de venta libre (como ibuprofeno) que posiblemente el médico recomiende.
    • Los efectos secundarios más comunes del ibuprofeno son problemas gastrointestinales, pero son menores que los de la aspirina. Son: náuseas, acidez, diarrea, indigestión, estreñimiento, calambres abdominales, mareos, dolor de cabeza, nerviosismo o erupciones cutáneas.
  3. Toma un relajante muscular. Debe consultar a un médico si tiene una lesión o un músculo con espasmos constantes. El médico puede recetar un medicamento que ayude a relajar los músculos y a aumentar el flujo sanguíneo local. Hágales saber si algún medicamento que ya ha tomado le causa espasmos.
    • El clorhidrato de ciclobenzaprina (Miosan) se puede recetar para espasmos musculares de leves a más severos, ya que actúa sobre el sistema nervioso central, relajando los músculos. Aunque es útil, los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (como el ibuprofeno) son más efectivos para aliviar los síntomas agudos de los espasmos musculares.
    • Algunos relajantes musculares son muy adictivos. Recuerde este hecho y controle su consumo.
  4. Habla con un médico si los espasmos son crónicos. Es posible tratar los espasmos en casa. Pero, si son muy dolorosos, ocurren con frecuencia, tardan demasiado en pasar o afectan otros músculos, debe consultar a un médico. El espasmo puede ser un signo de una enfermedad subyacente que debe tratarse.
    • El espasmo muscular por sí solo no es un diagnóstico. De hecho, puede indicar la existencia de otro problema de salud que necesita ser diagnosticado y tratado. Estos problemas pueden variar desde la simple fatiga muscular por el esfuerzo hasta un trastorno metabólico subyacente que conduce a espasmos crónicos.

Método 3 de 4: tratamiento de los espasmos musculares lisos

  1. Reconoce los síntomas de los espasmos en los músculos lisos. Los síntomas pueden diferir según el músculo afectado. Los espasmos intestinales pueden causar dolor agudo y diarrea. El espasmo del tracto urinario, por otro lado, suele ocurrir cuando hay presencia de cálculos renales y provoca dolor intenso, náuseas y vómitos. Si experimenta espasmos en el tracto respiratorio o dificultad para respirar, busque una sala de emergencias. Pueden ser fatales si no se tratan rápidamente.
    • Deseche o trate problemas intestinales como cálculos o tumores de la vesícula biliar. Los espasmos en el tracto urinario deben desaparecer o desaparecer tan pronto como se expulse el cálculo renal. Es posible que deba tomar un analgésico hasta que salga.
  2. Acude al médico si experimentas espasmos en el tracto digestivo, urinario o respiratorio. Desafortunadamente, no puede controlar el músculo liso, que se encuentra, y órganos como el corazón y el estómago. Este tipo de espasmo puede indicar una enfermedad subyacente.
  3. Tomar medicina. Si tiene espasmos severos del músculo liso, su médico puede recetarle algún medicamento. Aquellos con agentes anticolinérgicos, por ejemplo, pueden ayudar a tratar un espasmo intestinal que no responde a cambios en la dieta o el estilo de vida.
    • El médico puede recetar medicamentos para restaurar los niveles de neurotransmisores o inyecciones de Botox para paralizar el músculo afectado. Debería discutir estas opciones con él.
  4. Intente tomar antiespasmódicos si tiene síndrome del intestino irritable (SII). Si es así, puede experimentar espasmos intestinales. El antiespasmódico ayuda a relajar el intestino, reduciendo así el dolor. Habla con tu médico si experimentas estas molestias intestinales para que te prescriba un antiespasmódico y un tratamiento adecuado.
  5. Programe viajes frecuentes al baño en caso de espasmos de vejiga. Una forma de tratar este malestar de la vejiga es ir al baño cada hora y media o dos. Esta medida ayuda a mantener la vejiga vacía, por lo que deberían ocurrir menos accidentes. A medida que disminuyen los espasmos, puede aumentar el intervalo entre viajes al baño.
    • El ejercicio de Kegel, también conocido como fortalecimiento del suelo pélvico, ayuda a controlar estos espasmos al fortalecer y relajar la vejiga. Para contraer los músculos pélvicos, debe contraer los músculos de la vejiga como si estuviera tratando de dejar de orinar o contener gases. El médico puede darle instrucciones específicas si tiene dificultades para realizar este ejercicio correctamente.
  6. Intente usar una bolsa térmica para espasmos abominables. El calor puede ayudar a relajar los calambres y espasmos de todos los músculos del cuerpo. Acuéstese boca arriba y aplique la bolsa térmica en su abdomen, teniendo cuidado de no colocarla directamente sobre su piel. Mantenga la bolsa térmica durante 10 a 15 minutos y no exceda los 20 minutos. Relájese durante el procedimiento.
    • Para hacer su propia bolsa térmica, tome un trozo grande de franela o alguna tela. Debe cubrir el abdomen cuando esté doblado. Coloque una bolsa térmica o una bolsa de agua caliente sobre el paño. Envuélvase en una toalla de baño u otro paño para mantener todo firme y en su lugar.

Método 4 de 4: evitar espasmos musculares

  1. Beber mucho líquido. Mantenerse hidratado es un paso importante para prevenir los espasmos musculares. El músculo es más propenso a sufrir calambres si está deshidratado. Esta medida es fundamental si te ejercitas. Beba al menos de seis a ocho vasos de agua u otras bebidas saludables durante el día.
    • Recupere los electrolitos, especialmente el sodio y el potasio, cuando haga ejercicio o si está enfermo. Es posible realizar la reposición ingiriendo o bebiendo bebidas con electrolitos (isotónicos).
  2. Comer bien. Manténgase saludable comiendo los alimentos adecuados y nutritivos. Esta dieta puede prevenir los espasmos musculares. Ajustar su dieta puede ayudar a aliviar los espasmos intestinales causados ​​por el síndrome del intestino irritable (SII). El potasio, los antioxidantes y las grasas buenas son excelentes para estos problemas. Se sabe que estos alimentos previenen la aparición de espasmos:
    • Plátano, papa, jugo de ciruela, frutos secos, naranja, arroz integral, aguacate, espinaca, mariscos, almendras, linaza, avena, ajonjolí, tofu y col rizada.
  3. Elaborar. El ejercicio regular puede ayudar a reducir los calambres musculares a medida que se estiran y fortalecen los músculos. Pueden ayudar con las lesiones musculares. La fisioterapia leve puede curar gradualmente los músculos y disminuir los espasmos. El ejercicio regular también mejora la salud en general.
    • Hable con su médico o fisioterapeuta para averiguar qué ejercicios son los mejores para sus músculos.
  4. Estírate siempre. Como aparecen espasmos cuando los músculos se contraen, el estiramiento ayuda a prevenir estas contracciones. Los ejercicios de estiramiento mantienen los músculos relajados y flexibles. No olvides estirarte antes y después del entrenamiento, especialmente si los ejercicios son rigurosos o duraderos.
    • Si experimenta calambres musculares frecuentes por la noche, estire los músculos antes de acostarse para relajarlos. También es posible intentar hacer un ejercicio cardiovascular ligero, como pedalear en la bicicleta estática antes de acostarse para aflojar los músculos y prevenir los calambres.

Consejos

  • Si tiene espasmos crónicos y recurrentes, asegúrese de hablar con el médico. Todo el mundo puede tener síntomas en algún momento, pero tener espasmos y calambres siempre puede ser un signo de una enfermedad subyacente que necesita atención médica.
  • Congele agua en una taza de poliestireno. Retire el fondo del vaso y masajee el hielo en los músculos. Masajee la zona afectada durante 10 a 12 minutos. Descansa 20 minutos. Luego, repita la operación. Haga esto seis veces al día.
  • Tome un baño o una ducha caliente para tratar de aliviar el dolor. Si tiene una bañera, ponga sulfato de magnesio en el agua.

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