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La pera de goma es una herramienta que se utiliza para limpiar las fosas nasales de bebés y niños pequeños. Además, se puede utilizar para limpiar la cera del oído. Como se inserta en estos orificios, es vital que esté bien limpiado y esterilizado, para evitar la aparición de moho y la proliferación de bacterias. Para limpiarlo, llénelo con agua tibia y un poco de jabón, luego enjuague. Si va a almacenar la jeringa durante mucho tiempo, esterilícela con agua caliente y alcohol isopropílico.
Pasos
Parte 1 de 3: lavar la jeringa con agua y jabón
- Llene un recipiente pequeño con agua fría y jabón. Cada vez que use la jeringa, lávela con agua y jabón. Esto asegurará que no queden residuos en el interior. Llene un recipiente pequeño con agua y jabón.
- No use agua tibia o caliente, ya que esto dificultará la eliminación de la mucosidad del interior del bulbo.
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Llena el utensilio con agua. Sumérjalo completamente en el agua y déjelo allí durante unos minutos. - Llena la bombilla con agua y jabón. Coloque la punta de la jeringa en el agua y apriete el bulbo para que se llene con la solución.
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Suelta el jabón. Apunte la jeringa hacia el recipiente y apriete el bulbo para liberar el líquido. - Repite tres veces. Continúe llenando y vaciando la jeringa con agua y jabón. Haga esto tres o cuatro veces para asegurarse de que esté limpio.
Parte 2 de 3: Enjuague y secado de la jeringa
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Enjuague con agua corriente. Colóquelo bajo el chorro de agua tibia de un grifo y enjuague cualquier rastro de jabón del exterior. - Llena un recipiente pequeño con agua tibia. Vacíe el recipiente de agua y jabón y enjuáguelo con agua corriente. Luego, llénelo con agua tibia sin jabón.
- Apriete la jeringa con la punta en el agua. Coloque la punta de la jeringa en el agua y apriete el bulbo para que se llene de agua tibia.
- Agite el utensilio para enjuagar el interior. Coloca el dedo índice sobre el orificio de la jeringa, para que no salga agua, y agítalo para que el agua enjuague los restos de la limpieza.
- Vacíe la jeringa. Apunte la jeringa hacia el recipiente y apriete la pera para liberar el líquido. Haga esto directamente en el fregadero.
- Repita el procedimiento según sea necesario. Continúe llenando y vaciando la jeringa con agua, enjuagando bien y liberando cualquier residuo de jabón que pueda quedar en el bulbo.
- Suspenda la jeringa boca abajo sobre una taza. Cuélgalo boca abajo con el pico hacia abajo hacia un vaso. El agua goteará y el utensilio se secará.
Parte 3 de 3: Esterilizar la jeringa
- Coloque la jeringa en agua hirviendo durante diez minutos. Antes de guardarlo durante un tiempo prolongado, esterilícelo para evitar la formación de moho y la proliferación de bacterias. Hierva una olla de agua y coloque la jeringa allí durante diez minutos.
- Saca la jeringa del agua. Después de diez minutos, retírelo con cuidado de la sartén. Para hacer esto, use un mango resistente al calor o una espumadera. Con guantes de protección, presione lentamente la bombilla y vierta el exceso de agua en el fregadero.
- Lavar con alcohol isopropílico. Llene la jeringa con alcohol isopropílico y coloque el dedo en la punta para evitar fugas. Agítelo suavemente para que el alcohol lo esterilice por dentro. Apriete la bombilla para liberar el líquido en el fregadero.
- Déjelo secar al revés. Coloca el utensilio boca abajo en un vaso para que el alcohol salga por completo.
- Una vez que esté completamente seco, guárdelo en un lugar seco y bien ventilado.
Materiales necesarios
- Jeringa de bulbo;
- Detergente de lavavajillas;
- Vidrio;
- Sartén;
- Termómetro;
- Alcohol isopropílico.
Consejos
- Normalmente, debe lavar la jeringa con agua y jabón después de cada uso. Después de un período de uso constante, y cuando necesite conservarlo durante mucho tiempo, esterilícelo. De esta forma, evita la aparición de moho.
Advertencias
- Las jeringas de bulbo pueden crear moho si no se lavan con cada uso y si no se esterilizan antes de almacenarlas durante períodos prolongados.
- Nunca coloque el utensilio en el lavavajillas.